Se cruzan sus miradas y Zahara siente una sacudida de la fuerza de los ojos de Mario pero no está dispuesta a abandonar así que sigue mirándolo fijamente. También sabe que él lo ha notado y que le da cierta ventaja sobre ella.
Se acercan sin quererlo, lo quieren evitar. Pero no pueden y se acercan tanto que pueden notar sus respiraciones, sus alientos en sus caras. Y luchan contra ello. Y se besan.
Zahara lucha contra el beso, Mario por mantenerlo un poco más. Y llega un momento en que necesitan terminarlo, volviendo la lucha de miradas.
Mario piensa en los grandes ojos pardos de Zahara. Zahara mira los expresivos ojos de Mario, en los que podría perderse. Y es que hoy va de ojos la cosa para ellos...
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