De una patada rompí el sol
que con su llegada me despertó
recordándome el principio de un nuevo día
donde todo dolía.
El comienzo lo marcó el tiempo,
un tiempo que nos devoraba
los últimos momentos de una bobada,
una bobada que casi me cuesta el aliento.
Ahora busco recomponer el reloj de sol
buscando cada una de sus manecillas
en viejas escombreras
que tal vez sean sólo trucos de vieja…
No hay comentarios:
Publicar un comentario