viernes, 11 de febrero de 2011

Tarde

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. También se aprende que el amor no significa acostarse con alguien y una compañía no significa seguridad. Uno empieza a aprender... que los besos no son contratos y los regalos no son promesas. Se empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos así como se aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los frutos tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y cuando uno ha aprendido todo eso sigue al darse cuenta de que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día aprende más.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Se comprende que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

También entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado sólo por amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Y  te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicadas al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Y con el tiempo aprendes que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo se aprende todo esto… Aunque se puede hacer antes o después, eso ya dependen de cada uno…

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