Ya se acerca la etapa de los buenos deseos, donde por fin los niños pobres consiguen algo de dinero para comer y sobrevivir. Porque si la Navidad me enseña algo es que las personas del Tercer Mundo sólo tienen necesidades en diciembre. Y es cuando las malas acciones borran lo demás. Se dona dinero, se hacen buenas obras, se sonríe y se paran casi hasta las guerras.
Es todo muy interesante. Pero si puede hacerse ahora, ¿por qué no durante el resto del año? ¿Qué nos impide ser mejores personas?
De todas formas es época de echar de menos a los que no podrán estar, de ser falsos y de gastar. Sobre todo de gastar. Porque Papá Noel gasta mucho dinero en todos los niños. Bueno, también de ser falsos. Sobre todo también de ser falsos. Y os lo he dicho, no sólo ahora debemos hacer por los demás, eso se hace todo el año. De qué me sirve hacerlo ahora... A mí eso no me alivia las penas. No se curan con una donación.
Pero entre dimes y diretes de circo, yo ya tengo mi arbolito plantado en la entrada a casa, la decoración a punto y sólo pienso en un regalo que espero me concedan pronto los Reyes o Papá Noel: un viaje con mi chico... Así que Feliz Navidad y a ser como somos todo el año.
Pero entre dimes y diretes de circo, yo ya tengo mi arbolito plantado en la entrada a casa, la decoración a punto y sólo pienso en un regalo que espero me concedan pronto los Reyes o Papá Noel: un viaje con mi chico... Así que Feliz Navidad y a ser como somos todo el año.
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