Casi mil ochocientos veinticinco días son los que hace que te conozco. Casi los mismos besos que nos hemos dado en todo este tiempo o las veces que he deseado no volver a hablarte pero he vuelto aquí.
Mil ochocientos veinticinco son los días que hace que estamos atrapados en este callejón sin salida, esta ''relación''. Y son los días más pequeña que soy cuando volvemos a vernos, siendo la misma niña de 15 años.
Y mil ochocientos veinticinco días parecen poco, pero son cinco años. Ya cinco años de nada, pero de todo. Es lo que me permite salir adelante en grandes baches y lo que me hunde en grandes logros, sabiendo que no estás para disfrutarlos contigo.
Y recordaré siempre la primera vez que te vi... porque nada ha cambiado hasta hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario