miércoles, 23 de noviembre de 2011

Frustración

Me frustra pensar que doy más de lo que recibo.Y no porque sea egoísta, pues no me considero así, pero sí cuando se trata de sentimientos. Eso duele. Y a rabiar... Porque sientes que te han estafado sentimentalmente, que alguien se va llevando pedazos de ti. Y sientes que son pedazos que nunca vuelven y que te cambian, por lo general no para bien, porque hacen de nosotros personas más frías de lo que ya somos.

Y la frustración no lleva a nada bueno. Quizá a unas cuantas lágrimas que te ahogan como si del océano se trataran. Y el ánimo con tintes de la época (invernal por si alguien se pierde). Que a un mes de la época del año donde los sueños se quieren hacer realidad, los míos se rompen como la escarcha de las heladas, por seguir con el invierno.

Por eso entre helada y helada, yo busco calentarme contigo. Pero es que últimamente no te encuentro. Y el miedo es muy fuerte, ¿sabes? A perderte, a que todo haya sido un sueño, a que no hayas sido real... A estar loca. A todo si eso significa que no existes...


martes, 15 de noviembre de 2011

Illegitimi Non Carborundum


Cuando la ilusión es más grande que cualquier otra cosa, poco más se puede decir... Y mi ilusión es la felicidad de estar tranquila, con los míos. Es decir, mi chico, mi familia y la suya. Mis amigos... y todos los demás sobráis. Siento si creíais estar en algún punto, pero yo sé quién va dónde... y es algo que tengo claro.


La ilusión es más grande que vuestras ganas de machacar, por eso sigo el Illegitimi Non Carborundum, que viene a ser: Que los bastardos no te hundan...

Mientras, me quedo con el apoyo de los nuestros, que es lo que nos importa. 


sábado, 5 de noviembre de 2011

Dos caras

Cuando te machacan una y otra vez. Cuando quieres parar pero no puedes. Cuando te has descontrolado porque alguien es capaz de sacar lo peor de ti. Y piensas, hablas y haces cosas que no serían así en cualquier otro momento. Y sabes que no eres tú, pero ya es tarde. Tarde, ¿para qué? Para volver a ser tú mismo o volver atrás. Hay cosas que no pueden ser de otra manera, porque se han pasado todos los límites. Y cuando reacciones mal, la gente querrá reaccionar y parar, pero no se puede. No es posible.

Dejar de ser quien eres tiene un precio cuando es porque te han forzado a ser peor persona, porque te han golpeado y han hecho de ti algo, quizá, rastrero. Y llegas a imaginar cosas que nunca pensaste posibles... Y todo acaba aquí, porque respiras una, dos, tres y mil veces si hace falta. Porque ante todo están tus valores. Porque ante todo estás tú y lo que eres. No lo que te hacen ser... o lo que quieren que seas.

Nadie puede demostrar que eres mala persona si tú no quieres. Porque, tarde o temprano, debes demostrar que tienes personalidad. Y sólo en ese momento, lo que antes he dicho que era imposible, se vuelve posible. Y llega el momento de perdonar y ser perdonado (perdonado, por qué?? pero es así). Y entonces... vuelves a ser un contador que empieza desde cero, hasta la próxima vez que llegue al máximo.