martes, 26 de diciembre de 2023

Promesas

Todos quieren saber de ti. Y yo, cuando me preguntan por qué me brillan así los ojos, a quién pertenecen mis suspiros o por qué mi risa es más alegre, sólo pienso en ti.  

Y quisiera decirles que mi brillo, mis suspiros o mi risa tienen nombre propio capaz de hacerme vibrar sin estar. Que tú has derribado los muros de mi miedo. Que, por primera vez en años, voy cuesta abajo y sin frenos. Que por ti arriesgo los últimos pedazos de mi corazón que quedan intactos. Que por ti soy más yo de lo que nunca fui con nadie.

Y es que si ellos supieran cómo me miras. Cómo muestras dulzura en cada palabra. Cómo te preocupas de esa manera tan despreocupada. Tus mensajes porque sí a media mañana. Tus buenos días y buenas noches.

Si superan cómo conviertes las horas en minutos, haciendo que el tiempo vuele. Cómo conviertes lo anodino en especial... si supieran de ti se morirían de envidia, porque eres lo máximo a lo que aspirar en ésta vida.

También si supieran que, derrumbando el miedo hay otro muro. Porque no es el momento. No tienes cabeza. Porque cuando salté, la piscina estaba vacía.

Y si tú supieras... que a mi no me importa que no sea el momento o que no tengas cabeza. Porque no te pido más si me prometes que estarás ahí. Porque si tú prometes estar, yo prometo quedarme. Y si nos quedamos, prometo que ellos sabrán de ti. 


miércoles, 15 de junio de 2016

Algún día saldrá el sol...

Hay días que amanecen soleados y anochecen con tormentas. Y por más veces que intentas que salga el sol, no sale. Ni que estuviese en tu poder hacerle salir.

Y te acuestas y hay tormenta. Y entonces te acuerdas de cómo hacer salir el sol hasta en las noches más oscuras cuando llevas muchas vueltas sola en la cama. Sólo puedes coger los recuerdos, que calientan, y hacerlos brillar junto a tu pena, por si la pueden secar.


Y a ti acuden sus labios calientes como el hierro y sus ojos verdosos como los árboles que tienes frente a la ventana. Y te hacen sentir como si nada hubiera pasado. Te alivia el alma y respiran los sentimientos. No hay opresión en el pecho.  Y te quedas dormida. Como si nada hubiera pasado, con la sensación de que todo está bien. Mañana será otro día y la realidad volverá a golpear, pero consigues descansar… 


domingo, 9 de febrero de 2014

Última despedida... hasta pronto

Estoy nerviosa. Ésto que estoy a punto de hacer no sé si quiera si recordaré en el proceder... 
Y es que ha pasado tanto tiempo desde nuestro último reencuentro que tal vez, y sólo tal vez, nos hayamos olvidado mutuamente. 
Tú, tan delicado, yo tan abrupta. Diciendo sin decir y expresando sin pensar. Palabras que nos llenan. Que me hicieron recordar mil personas que no fui y fui lo que no me atreví. Tú, mi mundo literario, ese mundo sólo mío donde yo, únicamente yo, era la que conocía el significado exclusivo de mis palabras.
Ha sido bonito mientras duró. Pero he perdido lo que algunos llaman musa, inspiración, o x. Yo lo llamaba tiempo y pasión. Lo he perdido según crecí. Lo único que espero es que ésto no sea un hasta nunca, sino hasta pronto. Y nos podamos encontrar en otro sitio de otra manera. Reencontrándonos de mil maneras distintas, así como distinta soy yo hoy... 
Un saludo. Siempre te llevaré conmigo... 

domingo, 9 de septiembre de 2012

Materialidad



Desear lo material mata todo aquello que es inmaterial.

Querer más, mata a las buenas intenciones, la paz y hasta el amor. 

Ser avaricioso sólo te lleva a la nada.

Y todos aquellos que están a tu lado, se decepcionan. Se rompen. Se desilusionan. Porque la vida se vive sin dinero. Porque lo realmente importante no se compra. Lo realmente importante es vivir rodeado de los tuyos, darles importancia, luchar por hacerlos felices y así ser feliz.

Porque tener más o menos, te quita todo eso. Porque para tener más, has de querer menos. Menos tiempo con los tuyos, menos amor, menos sentimentalismo. Porque más es menos…

jueves, 26 de julio de 2012

Mentiras


Las cosas duelen. Y duelen por algo, verdad? Eso pienso yo…

Y tras una mentira, por pequeña que sea,… todo cambia. Nada vuelve a ser lo mismo. La confianza está rota y no sabes qué hacer, si seguir o dejarlo todo como está y adiós, muy buenas. 

Lo peor no es que se rompa la confianza, que ya de por sí duele. Lo peor es que no sabes qué hacer. Que por muchas decisiones que hayas tomado en tu vida nunca jamás será tan difícil como la que ahora tienes entre manos. 

Si perdonas, quizá en un futuro vuelvan a mentir. Si no perdonas, pierdes. Un amigo, tu pareja, un familiar… En resumidas cuentas, una relación importante. 

Y al final lloras. Impotencia, rabia, tristeza, frustración… Son tantas emociones. Y sobre todo miedo. De la decisión, de que pase lo que tenga que pasar…. Porque tú no sabes decidir por ti mism@.

Así, si perdonas desconfiarás por los restos. Si no lo haces, pierdes algo… Y así son las cosas por una mentira.