Las cosas duelen. Y duelen por algo, verdad? Eso pienso yo…
Y tras una mentira, por pequeña que sea,… todo cambia. Nada vuelve a ser lo mismo. La confianza está rota y no sabes qué hacer, si seguir o dejarlo todo como está y adiós, muy buenas.
Lo peor no es que se rompa la confianza, que ya de por sí duele. Lo peor es que no sabes qué hacer. Que por muchas decisiones que hayas tomado en tu vida nunca jamás será tan difícil como la que ahora tienes entre manos.
Si perdonas, quizá en un futuro vuelvan a mentir. Si no perdonas, pierdes. Un amigo, tu pareja, un familiar… En resumidas cuentas, una relación importante.
Y al final lloras. Impotencia, rabia, tristeza, frustración… Son tantas emociones. Y sobre todo miedo. De la decisión, de que pase lo que tenga que pasar…. Porque tú no sabes decidir por ti mism@.
Así, si perdonas desconfiarás por los restos. Si no lo haces, pierdes algo… Y así son las cosas por una mentira.
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